«Derechos y gaitas multiculturales»
Aunque las normas y derechos están para proteger una convivencia armoniosa, en ocasiones, son utilizados de la forma más torticera y estúpida que cabe imaginar. Tal es el caso de un profesor de Geografía en enseñanza secundaria de la Línea de la Concepción (Cádiz) perteneciente al Instituto ‘Menendez Tolosa’. Al buen docente, con veinte años de experiencia, le pareció oportuno ejemplificar su lección sobre el clima y sus consecuencias en la vida humana con eun ejemplo sobre el jamón de Trévelez, señalando que allí se daba tan suculento manjar precisamente por el clima frío de la sierra granadina que curaba excelentemente los jamones.
En ese punto fue interrumpido por un alumno de confesión musulmana, quien se sentía ofendido en sus creencias religiosas por las explicaciones que escuchaba. De nada sirvieron las aclaraciones del profesor quien le indicó que hablaba del condicionamiento climático en la vida y economía humana, no del uso religioso de las cosas.
Por su parte el alumno, no satisfecho con la aclaración del profesor, debió comentarlo en casa y sus padres pidieron explicaciones a la dirección del centro. Como tampoco debieron quedar resarcidos de la supuesta ofensa, pusieron una denuncia en comisaría. Ahora, el profesor en cuestión, está acusado de cometer un delito de maltrato de obra con motivaciones xenófobas, pues el Artículo 525 del Código Penal contempla penas de multa para quienes ofendan «los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa».
Sólo cabe confiar en que el caso caiga en manos de un juez sensato y no se deje arrastrar por cantos de sirena multiculturales.
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Aunque las normas y derechos están para proteger una convivencia armoniosa, en ocasiones, son utilizados de la forma más torticera y estúpida que cabe imaginar. Tal es el caso de un profesor de Geografía en enseñanza secundaria de la Línea de la Concepción (Cádiz) perteneciente al Instituto ‘Menendez Tolosa’. Al buen docente, con veinte años de experiencia, le pareció oportuno ejemplificar su lección sobre el clima y sus consecuencias en la vida humana con eun ejemplo sobre el jamón de Trévelez, señalando que allí se daba tan suculento manjar precisamente por el clima frío de la sierra granadina que curaba excelentemente los jamones.
En ese punto fue interrumpido por un alumno de confesión musulmana, quien se sentía ofendido en sus creencias religiosas por las explicaciones que escuchaba. De nada sirvieron las aclaraciones del profesor quien le indicó que hablaba del condicionamiento climático en la vida y economía humana, no del uso religioso de las cosas.
Por su parte el alumno, no satisfecho con la aclaración del profesor, debió comentarlo en casa y sus padres pidieron explicaciones a la dirección del centro. Como tampoco debieron quedar resarcidos de la supuesta ofensa, pusieron una denuncia en comisaría. Ahora, el profesor en cuestión, está acusado de cometer un delito de maltrato de obra con motivaciones xenófobas, pues el Artículo 525 del Código Penal contempla penas de multa para quienes ofendan «los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa».
Sólo cabe confiar en que el caso caiga en manos de un juez sensato y no se deje arrastrar por cantos de sirena multiculturales.