«La difícil papeleta de votar» Son ya las seis de la tarde y todavía estoy reflexionando sobre mi voto en estas Europeas-09, nunca hasta hoy me había ocurrido en unas elecciones que no tuviese claro que hacer con mi voto.
Entiendo que estas elecciones nada tienen que ver con Europa, en primer lugar, porque todos los contendientes han omitido hablar de ella en campaña, de hecho, nadie ha debatido acerca de la cuestión de Turquía (próxima ampliación de la UEl), su alcance y significado, tampoco nadie a expuesto cual es su proyecto de Europa. Si ellos no lo hacen, por qué yo ciudadano de a pie voy a entenderlas entonces en clave Europea. En definitiva ellos entran en la contienda electoral en busca de unos puestos en un parlamento, que nada legisla y, que de hacerlo, en nada obliga al gobierno de la UE y sus Comisarios. Pues el primero es rotativo y aquellos son nombrados directamente por los gobiernos de los 25, el parlamento se convierte así en un auténtico cementerio de elefantes, de pesos pesados que conviene quitarse de en medio en las diferentes políticas nacionales.
Teniendo claro pues, que cabe interpretarlas en clave nacional, me dispongo a ello: tengo claro que no quiero votar la ineptitud, el disparate, la ineficacia, y corruptelas de unos; pero veo en los contrarios la mismas corruptelas e ineptitudes. Tampoco me puedo votar a quienes vienen siendo los terceros en la liza electoral nacional, se han convertido en una mala copia de los primeros. Como es sabido, todos, preferimos el original a una mala copia. Me quedan las nuevas opciones Ciudadanos y UPyD, al menos con ellos coincido últimamente y les oigo decir cosas que mi sentido común me dice a diario; sin embargo, aun en el mejor de los casos el grupo de Rosa Díez no conseguira mas de tres eurodiputados y, queda por resolver en qué grupo de la eurocámara se integrará, o si defienden de verdad cuanto dicen porque se saben sin opción real de poder.
Me queda la posibilidad de no ir a votar o ir y votar en blanco; pero eso sólo hará que beneficiar a los mayoritarios que no dejaran vacíos estos escaños, sino que se los repartirán proporcionalmente.
Decididamente iré a votar, iré sin alegría, sin convicción y lo que es mucho peor, sin esperanza. No se aún que votaré y sigo haciendo cábalas en mi mente, pero da igual, es tal la desesperanza que podría votar una lista encabezada por «Pepito Pancholi» o «Mortadelo y Filemón» ¡Dios mío y a esto le llaman la grandeza democrática!
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Entiendo que estas elecciones nada tienen que ver con Europa, en primer lugar, porque todos los contendientes han omitido hablar de ella en campaña, de hecho, nadie ha debatido acerca de la cuestión de Turquía (próxima ampliación de la UEl), su alcance y significado, tampoco nadie a expuesto cual es su proyecto de Europa. Si ellos no lo hacen, por qué yo ciudadano de a pie voy a entenderlas entonces en clave Europea. En definitiva ellos entran en la contienda electoral en busca de unos puestos en un parlamento, que nada legisla y, que de hacerlo, en nada obliga al gobierno de la UE y sus Comisarios. Pues el primero es rotativo y aquellos son nombrados directamente por los gobiernos de los 25, el parlamento se convierte así en un auténtico cementerio de elefantes, de pesos pesados que conviene quitarse de en medio en las diferentes políticas nacionales.
Teniendo claro pues, que cabe interpretarlas en clave nacional, me dispongo a ello: tengo claro que no quiero votar la ineptitud, el disparate, la ineficacia, y corruptelas de unos; pero veo en los contrarios la mismas corruptelas e ineptitudes. Tampoco me puedo votar a quienes vienen siendo los terceros en la liza electoral nacional, se han convertido en una mala copia de los primeros. Como es sabido, todos, preferimos el original a una mala copia. Me quedan las nuevas opciones Ciudadanos y UPyD, al menos con ellos coincido últimamente y les oigo decir cosas que mi sentido común me dice a diario; sin embargo, aun en el mejor de los casos el grupo de Rosa Díez no conseguira mas de tres eurodiputados y, queda por resolver en qué grupo de la eurocámara se integrará, o si defienden de verdad cuanto dicen porque se saben sin opción real de poder.
Me queda la posibilidad de no ir a votar o ir y votar en blanco; pero eso sólo hará que beneficiar a los mayoritarios que no dejaran vacíos estos escaños, sino que se los repartirán proporcionalmente.
Decididamente iré a votar, iré sin alegría, sin convicción y lo que es mucho peor, sin esperanza. No se aún que votaré y sigo haciendo cábalas en mi mente, pero da igual, es tal la desesperanza que podría votar una lista encabezada por «Pepito Pancholi» o «Mortadelo y Filemón» ¡Dios mío y a esto le llaman la grandeza democrática!
