Ya parece que todo vuelve a la normalidad. Poco a poco la ciudad va recuperando su estampa habitual. Los colegios han vuelto a abrir sus puertas esta mañana para albergar a los miles de escolares que, tras unas semanas de descanso vuelven a las aulas. Así, aquellos afortunados que estos días han podido disfrutar de unas jornadas de vacaciones también se van incorporando hoy a sus respectivos puestos de trabajo. Las luces, los árboles de Navidad y los belenes van desapareciendo poco a poco de nuestra visión, y aunque hasta San Antón Pascuas son, lo cierto es que se acabó la Navidad. Esa época en la que parece que somos algo más bondadosos y solidarios, y en la que las buenas intenciones y propósitos parece que están más a la orden del día. Pues aunque estas fechas entrañables hayan llegado a su punto y final, desde aquí me gustaría realizar a todos un llamamiento para que esos buenos propósitos no queden sólo en estos días festivos, sino que, aunque en menor medida, se sigan continuando a lo largo del resto de 357 días que todavía nos quedan por delante de este año 2012. Un año difícil, no me cabe duda, y que desde mi humilde opinión creo que traerá más de un bache que habrá que ir sobrepasando como se pueda. Pero aunque no lo creamos, no debemos de perder la esperanza, ya que antes o después todo esto se superará. Y estoy convencida de que será mucho más fácil si ponemos en práctica todos esos buenos propósitos. ¡Qué el espíritu de la Navidad no quede sólo reservado para unos escasos días!