Sigo echando de menos al Jumilla Club de Fútbol, al histórico, al que celebró 80 años de vida en 2009, con sus paréntesis, pero con vida federativa durante esas ocho décadas. Sin embargo ahora ya he pasado a esa fase B en la que empiezo a aceptar que en deporte lamentablemente son cosas que pasan y me consuelo pensando que hasta en las mejores casas ha ocurrido. Así que ya empiezo a aceptar al ahora denominado FC Jumilla como miembro de mi familia. Me ha costado, pero veo la elástica blanquiazul, esos colores que siempre me han apasionado, y ya me estoy volviendo a emocionar con sus goles. Todavía no es amor, pero confío en que el roce haga el cariño.
Y precisamente en estos días en los que se piden firmas para evitar el cierre del aula de Cultura de Caja Mediterráneo, para lo que ya estampé la mía, yo pretendo iniciar otra campaña, salvando las distancias, en este caso para que el FC Jumilla recupere el histórico escudo que diseñara Mañas allá por los años cuarenta. Vale que no es el mismo club, pero no olvidaré las palabras de su presidente, Mindo, en una entrevista que le hice este verano. “Somos el Jumilla de siempre, con lo bueno y con lo malo”, resaltó. Y así lo han intentado desde el primer día. Misma histórica categoría, mismo campo, denominación lo más parecida posible, mismos colores e incluso algunos de los mismos jugadores. Vamos, que para alguien que viva a unos cuantos kilómetros de aquí o no conozca la historia reciente del fútbol local, este es el Jumilla y punto. Sin embargo, ¿qué pasó con el escudo?
Tengo claro que al igual que la Federación no permitía el mismo nombre anterior (Jumilla CF), tampoco autorizaba a ponerle el mismo escudo. Pero, ¿no bastaba con cambiar de sitio la ‘F’ y la ‘C’ tal y como se ha hecho con el nombre? Ejemplo sean, como para mucho, nuestros vecinos los yeclanos. Ellos usaron la misma insignia cuando pasaron por el mismo trance, añadiéndole solamente la palabra ‘Deportivo’ y unos laureles. ¿Era necesario crear un escudo tan diferente y con aires tan obsoletos? Con ese pequeño cambio hubiera sido suficiente, casi inapreciable. Hubiera dado una línea continuista a la nueva entidad, que era lo que se buscaba y lo que queríamos los aficionados más agarrados a la historia y a los que nos cuesta reconocer ese escudo que nos recuerda a otros clubes y hace que este no lo sintamos como nuestro.
Por eso, desde aquí inicio una campaña para recuperar mi escudo, el escudo de todos los que queríamos al Jumilla CF. ¿Quién se apunta?
PD: Por cierto. Es la primera vez que escribo aquí y se me olvidaba presentarme. Soy J. J. Melero. El que no me conozca que me busque los jueves, sobre el papel y hasta en la pantalla. Saludos rendrijeros. Es un honor, que contéis conmigo.