La «cortina de humo» es una técnica militar que tiene por objeto impedir al adversario poder observar cuanto ocurre en el campo de batalla. De ahí que la expresión fuese adoptada para referirse a situaciones sociales y políticas en las que, informaciones menores o intrascendentes, ocultan tras ellas otras de mayor calado que conviene no se difundan o conozcan. Dicha técnica se utiliza por los poderes públicos o fácticos de todo el mundo y ha inspirado excelentes películas como la protagonizada por Dustin Hoffman, Robert De Niro , que bajo ese mismo título dirigiera Barry Levinson. En ocasiones se producen cortinas de humo sin que éstas sean provocadas intencionadamente, el propio transcurso de los acontecimientos o la naturaleza las crea o produce, caso de una oportuna niebla o tormenta de arena en el trascurso de algún acontecimiento bélico.
También en Jumilla aconteció de forma inesperada una «cortina de humo» el pasado martes día 4, pues nuestros funcionarios locales tenían prevista, con varios días de antelación una protesta y denuncia pública para ese día.Quiso el azar que la polémica y eco mediático sobre el caso del disfraz eclipsara totalmente, lo que de otro modo, hubiese sido la noticia del día. Por ello, vino a ocurrir que el malestar y los problemas que los funcionarios querían denunciar con su concentración en la puerta de nuestro Ayuntamiento, aun cuando los medios locales dieran cuenta de ello, pasó con más pena que gloria casi desapercibida.
Bien es verdad que las causas que motivaron por descontento de los funcionarios: no convocar la mesa de Negociación, no creación de la comisión mixta sobre el control horario, modificaciones unilaterales de los acuerdos por el Concejal de Personal Sr. Calabuig, el incumplimiento de los acuerdos firmados y que el Concejal encargado no responda a los escritos que le presentan; siguen ahí tan vivas como antes.
Por lo que no es de extrañar que, de no remediarse la cosa, vuelva a estallar en cualquier momento con más virulencia si cabe. Las cortinas de humo son eso, cortinas pasajeras que impiden la visión de cuanto acontece, una vez disipada la niebla o el humo el campo de batalla vuelve a verse con la claridad meridiana de siempre. Las cortinas de humo sirven sólo para realizar alguna acción mientras estas duran que cambie el curso de la batalla, de lo contrario, éstas sólo ocultan temporalmente la cruel realidad. Realidad que tiene a los funcionarios locales más cabreados que una mona y que de no solucionarse volverá a estallar cualquier día.
Por ello, yo que Ud Sr. Calabuig haría algo al respecto.
Pedir inteligencia a un político, ¿no será mucho pedir?
ResponderEliminar