«El Orgamus de Erasmus»
El programa Erasmus, surgido de una iniciativa de la UE en 1986, se ha convertido con el tiempo en uno de los programas más exitosos de los que emanados en su sede de Bruselas. En lo que respecta a España, ha permitido que desde el curso 2000/01 al 2011/12 vengan 308.163 estudiantes extranjeros a nuestras universidades, centros educativos y empresas con estancias entre 6 y 9 meses. Al mismo tiempo, en ese mismo periodo, 279.369 estudiantes españoles hicieron lo mismo en centros y universidades europeas. El pasado curso 34.103 españoles (de los cuales 1.141 fueron murcianos), tuvieron becas Erasmus para salir al exterior, mientras que una cantidad todavía mayor de extranjeros la obtuvo para venir a España.Desde 1987, 2.5 millones de estudiantes europeos se han acogido a este programa que esta financiado por la UE y los países miembros.
España es el destino preferido por los estudiantes europeos, no cabe duda que Erasmus es un programa muy rentable para nuestro país en lo económico, los estudiantes que nos vienen superan a los enviamos, dejando buenas divisas por gastos de estancia y matrícula en nuestras universidades. Todo ello sin contar con beneficios de difusión y conocimiento en el contexto europeo de la marca España.
Los objetivos del programa eran propiciar el intercambio cultural, fomentar la libre circulación en el seno de la UE, desarrollar el conocimiento mutuo y contribuir al sentimiento europeo. A estas alturas cabe poner en duda si este programa ha contribuido a la convergencia europea entre sus estudiantes y universidades; pero de lo que no cabe dudar es de que está contribuyendo a otros muchos objetivos. Cabe preguntarse si con este esfuerzo económico en sus becas se mejoran los las trayectorias académicas y profesionales de los becarios, si sus resultados mejoran los niveles y capacidades profesionales de estos becarios, amen, claro está, del dominio del idioma del país elegido. De lo que no hay duda es de que los becarios lo pasan genial y otros objetivos que se perseguían si parecen conseguirse.
El conocimiento mutuo entre los futuros ciudadanos europeos está garantizado con este programa, lo hace hasta tal punto que, entre los becarios del programa, se le conoce al mismo con el sobrenombre de «Orgasmus». En Internet pueden encontrar numerosas páginas, foros estudiantiles, blogs, etc. donde se reconoce que ese es precisamente uno de los atractivos de estas becas. Hasta encontraran un libro que constituye una excelente sátira de la Europa actual titulado “Erasmus, orgasmus y otros problemas”, escrito por Carlos Padial.
Entre los estudiantes, las opiniones más comedidas acerca de sus estancias manifiestan que: “No todo va a ser estudiar”, “… además de estudiar enriquece conocer y establecer nuevas relaciones”, etc. Otros dicen abiertamente que lo mejor del programa son las juergas que se corrieron o lo fácil que resulta aprobar en algunos sitios. Si bien es verdad que, en esto último, la cosa va por países; los mejores para la juerga no cabe duda somos Españoles e Italianos por ese orden, de ahí que seamos objetivo número uno de los Erasmus. El motivo es claro, ya que ninguna de nuestras universidades esta en el ranking de excelencia europeas, pero nuestro sol, fiestas, botellones, playas… están por encima del resto. Es bueno señalar que el destino preferido por nuestros becarios es Italia, donde al decir de los que por allí han pasado es mucho más fácil aprobar y responde mejor al espíritu orgásmico frente a destinos como Bélgica o Reino Unido.
En este contexto viene el ministro Wert y decide ahorrar unos euros rebajando la ayuda que nuestro gobierno venía prestando a sus becarios. Escándalo mayúsculo en las redes sociales, contestación masiva de quienes les coge a media partida y con unas previsiones hechas sobre una cuantía de beca, etc etc. Nuestro ministro de Educación monta un circo y le crecen hasta los enanos, además como bien reflejaba ayer Ricardo, en su habitual viñeta en el diario EL Mundo, Wert se ha convertido en el pim-pam-pum del gobierno. Como si de un muñeco de feria se tratase le ponen para que se lleve todas las ostias, cuando se las han dado, le dejan solo ante las fieras. Sinceramente creo que no es de cajón cambiar las reglas de juego a medio partido, pues éstas deben ser claras desde el principio, en eso ha cometido un terrible patinazo nuestro ministro; sin embargo, no estaría de más que ante la reinante política de austeridad y los recortes que de ella se derivan, tanto en España como en el resto de Europa, se revisara la política de becas Erasmus.
Teniendo en cuenta que dicho programa se ha extendido más allá del intercambio de estudiantes, ampliándose a estancias y permutas laborales, aumentando sus presupuestos un 40% hasta alcanzar los 14.500 millones de euros. Considerando también que se pretende convertir este programa en una herramienta de lucha contra el paro juvenil que azota la vieja Europa, debería el parlamento europeo (el deseado cementerio de todo elefante político), analizar seriamente si dicho programa está cumpliendo los objetivos de convergencia educativa, unidad y cohesión europea que se pretendían, si tal como está puede ser una herramienta eficaz para el empleo de nuestros jóvenes como ahora se pretende o, sí por el contrario, es susceptible de mejorarse, ampliarse o modificarse.
A fin de cuentas es mucho el dinero que cuesta a los países miembros y a las arcas comunitarias. Dinero que, en tiempos de crisis y escasez, quizá convendría priorizar más, pensar doblemente en donde ponemos los escasos recursos que tenemos. ¿Ud. que piensa?
en este país, como en tantas y tantas cosas, ¨ empezamos la casa por el tejao¨.,se debería primera mejorar la calidad de nuestro sistema educativo en todos sus niveles para después mirar hacia fuera haber si podemos o no sufragar el programa ¨ERASMUS ¨. seria importante que los pocos recursos que nos van quedando para educación ( cada vez menos, según parece ) se utilizaran, si no para mejorar la calidad del sistema educativo, si por lo menos, para que la precariedad no vaya a mas ( difícil, ya lo se).
ResponderEliminaren consecuencia, habría que priorizar ciertamente en inversión educativo a nivel interno, oye!! y el que pueda pues que se valla donde quiera a hacer lo que crea conveniente con su dinero, y por supuesto en este caso, estoy de acuerdo con el sr. Placido, las reglas de juego no se pueden cambiar a medio partido, deberían mantener, como a si ha sido las becas sobre el curso académico actual y al año que viene ya será otra historia.
Y claro... la opinión más fiable es de aquellos de más de 40 años que no disfrutaron de ese tipo de beca. Claro. O de aquellos profesores de universidad que aprueban por la patilla a esos erasmus porque "pobreticos" , si casi no hablan el idioma. En fin.
ResponderEliminarA.
Su comentario fue detectado por nuestro servidor como «spam» por sospechoso de contener sotfware malicioso o dañino, por lo que no ha sido publicado hasta hoy 28/11/2013 (20 días más tarde).
EliminarLo sentimos; pero por su seguridad, debería comprobar su dispositivo con algún antivirus o detector de spyware ya que eso podría haber ocasionado este incidente.