«¿Qué hay de mi AVE?»
En este país hemos asociado el AVE a modernidad y desarrollo, tanto, que hemos terminado creyendo que sin él no son posibles ambas cosas. Esta idea de modernidad ha calado tanto entre nosotros que no hay un político en este país que no reclame un dichoso tren de alta velocidad para su territorio.
España, tras China, es el segundo país del mundo en número de kilómetros del alta velocidad, aun cuando las dimensiones de población, territorio y economía no sean comparables entre el gigante asiático y la pequeña piel de toro europea. El veloz AVE llegaría a Murcia en 2014, ahora se dice que para 2016, son muchos los que se sienten decepcionados. Parece con ello que, en recortar unas horas el trayecto Murcia-Madrid, nos va la vida y el futuro de la región ¿Es tan importante recortar esas horas de viaje a la capital?
Con menos infraestructura de obra pública y, desde luego menos inversión, hace años que se podría haber mejorado la línea ferroviaria desde Murcia a Albacete haciendo circular por ellos los Talgo de última generación. Los más nuevos, no son Alta velocidad punta de 300 kilómetros por hora; pero que alcanzan los 240 y países con mas posibilidades y desarrollo que nosotros han apostado por ellos (caso de EE.UU).
Desde finales de los noventa andamos obsesionados con el AVE dichoso olvidando que, frente a este, había otras muchas alternativas seguramente más viables y rentables.
En un país donde hacemos escaso uso del transporte público, apostamos por el más novedoso y caro. Suponemos que de este modo sus vagones se llenarán de pasajeros, al margen claro está, de aquellos que ya venían utilizando el anterior medio de transporte. La cosa termina por eliminar Talgos y ofertar billetes baratos en días de poco tráfico para rentabilizar lo que no deja de ser un contrasentido.
Pedro no, parece que estamos destinados a aeropuertos donde no aterriza nadie y veloces trenes de vagones semivacíos.
El problema de la baja velocidad de los trenes en España se debe al mal estado de las vías, que en el caso de Murcia son de la época de Antonete Gálvez. Los trenes convencionales (no el Talgo) circulan por nuevas vías del AVE a 250 kilómetros por hora.
ResponderEliminarPero lo que interesa a los gobiernos no es reparar o mejorar las viejas vías, sino hacer obras nuevas, cuanto más caras mejor. El AVE, con sus vías y sus flamantes trenes irán al pozo de la deuda pública. Eso a los políticos y a las empresas beneficiarios de las obras públicas no les importa. Como tampoco les importan los aeropuertos sin aviones, su beneficio ya se lo han embolsado.
Beltenebros
En el fondo amigo Beltenebros, me estas diciendo lo que yo no he terminado de decir: «El AVE ha sido una magnifica escusa para financiar el desfalco de nuestra clase política»
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