«La inexorable desaparición del sentido común»
Hace apenas unos días publicábamos un artículo en nuestro blog con el vídeo que anda circulando en YouTube en el que dos venerables ancianos, Moisés Ciriano y su hermano Isidro, hablaban en 2007 de nuestra forma de vivir y la economía. Aseguraban, refiriéndose a ésta última, que esto llevaba muy mal camino adelantando ya entonces que la crisis que padecemos «Se veía venir».
Hoy, nos acabamos de enterar a través de la red, que ha fallecido uno de ellos. Moisés Ciriano, de 85 años de edad fallecía el pasado fin de semana en la residencia Fuente del Rey en donde residía junto con su hermano (el otro anciano que aparece en el vídeo), desde hace algunas semanas.
Con él seguramente van despareciendo los muchos ancianos de aquella España agrícola y profunda donde la experiencia, el sentido común y la enseñanza recibida de sus padres constituían la fuente del conocimiento y la moral que regía sus vidas.
Esta mañana en la CAM de nuestra localidad, me tropezaba con un anciano de 82 años de edad que, al igual que Moisés, rige Su vida con idéntica filosofía. Un amigo que hablaba con él me indico al acercarme a ellos: “Mira aquí le tienes Placido, manteniendo a sus hijos, los dos en el paro” el anciano me miró con una sonrisa y me obsequio con esta enseñanza: « Ya se los tengo dicho, si ahora puedo sacar es porque antes he metido con mucho sacrificio; pero ahora mira encantado de poder ayudarles» añadiendo a continuación: «Si ahora puedo ayudarles es que estamos mejor que antes, mis padres no pudieron hacerlo conmigo». Respire hondo y pensé que realmente nuestra generación y las siguientes están pasando por la vida sin acumular en sus experiencias la mitad de sabiduría de hombres como nuestro paisano o como el recientemente fallecido Moisés. Vaya desde aquí mi reconocimiento a todos ellos y junto al deseo de que ese sentido común que sus generaciones aprendieron, jamás s pierda.
Lástima que vivamos una sociedad tan necia, donde el exagerado culto a la juventud, no nos deja apreciar el valor de la experiencia de estos ancianos, pues seguramente nos iría mucho mejor.
D.E.P.
ResponderEliminar