Qué si sé de lo que hablo? Pues no estoy muy segura de ello. ¿Qué si es verdad todo lo que digo? Imposible; nadie tiene la fórmula mágica para conocer la incondicional verdad. ¡Absolutamente nadie!
Pero lo que sí sé es que escribir es uno de los mayores placeres con los que puede disfrutar el ser humano. No se trata tan solo de plasmar en un papel lo que tu mente te va describiendo, sino que se trata de ver reflejadas dudas, alegrías, añoranzas y esperanzas. No solo es un simple texto, es mucho más que eso
Hace años conocí este grandioso placer: el comunicar a través de la palabra escrita. Un goce que para muchos llega a ser un verdadero arte. Escalafón éste que estoy segura que todavía no he llegado a alcanzar, pero sí lo haré algún día. Perseverancia, ese es el secreto para conseguir ese arte
Hoy tomo la salida de este nuevo proyecto, escribir en un blog. ¡Ay!, nuevas tecnologías; tan amadas por unos y tan odiadas por otros.
Y es que, en este mundo donde hay cabida para todas las opiniones, están los que las perciben como ese gran progreso de la humanidad. Para ellos, las nuevas tecnologías, presididas por el gran rey Internet, han revolucionado ya no solo el mundo económico, sino también el mundo social, nuestras relaciones, nuestra manera de informarnos, o incluso nuestra manera de viajar y conocer lugares remotos.
Pero no todo es coser y cantar, sino que también están los que perciben a estas nuevas tecnologías como el lobo del cuento. Han invadido nuestras vidas devorando nuestra intimidad, provocando más de un caso de aislamiento social, o incluso promoviendo nuevos, y todavía desconocidos, trastornos de dependencia, resultado este de un uso indiscriminado de las redes sociales.
Pues sí, estas son las dos posturas de un largo continuo en el que nos encontramos todos los que algún día, con cierto recelo, nos atrevimos a pulsar ese botón de encendido de un ordenador, y descubrir así a la red de redes. De este modo nos convertíamos en los ‘elegidos’ por la brecha digital, no dejándonos fuera del alcance de su efecto. Dos posturas que muestran sin un mínimo lugar a dudas ese dicho popular de “nunca llueve a gusto de todos”.
Sea o no sea una tormenta que ha empezado a tronar en buen o mal momento, lo que está claro es que las nuevas tecnologías han entrado en nuestras vidas casi sin pedir permiso, pero bajo mi punto de vista, no hay que temerles. Son máquinas, y nosotros humanos. ¡No lo olvidemos nunca! El único secreto es saber utilizarlas con sentido y dignidad.
Estos, sentido y dignidad, serán los pilares sobre los que espero saber asentar cada uno de mis escritos de este nuevo reto que hoy comienza. Espero no olvidarlos nunca.
Un nuevo reto
22 sept 2011
08:52
Laura
2 comentarios :
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¡Qué bien! Firmas nuevas por El Rendrijero, te seguiremos con mucho interés Laura, tu tono parece sincero y prometedor.
ResponderEliminarSí, ¡Bienvenida a los autores de este blog!
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