El 15 M: No basta con Indignarse 19 may 2011 12:35 Placido Guardiola

«Tampoco con las adhesiones de última hora»

Como sociólogo, se que las revueltas sociales se inician cuando hay caldo de cultivo, lo hacen por cualquier incidente, alimentadas, organizadas y las más de las veces manipuladas con intereses incluso contrarios a aquellos que las inspiraron. Aún consciente de todo ello, yo estoy, he estado antes del 15 M y, seguiré estando tras el 23 de Mayo, indignado. Sin embargo, la indignación, esa que yo mismo he venido expresando en este blog y en el programa La Rendrija en TC Jumilla, no basta sólo con esto, hay que dar y apuntar soluciones.
No ignoro que este movimiento ha sido auspiciado por cierta izquierda radical, conozco que varios dirigentes de IU se identifican con el movimiento Democracia real ¡Ya! (son quienes más tienen que ganar); pero en la Puerta del Sol hay (todo el mundo lo reconoce), gente muy heterogénea:
Los hay camorristas que a nada que se descuiden los demás montarán disturbios, los hay antisistemas, los hay ninis, están los acratas, los progres (a los que Zapatero pide su apoyo), los hay republicanos (alguna bandera se ha paseado por Sol), los hay anticlericales (con lemas como “Más trabajo fijo y menos crucifijos” –¿qué tendrá que ver la velocidad con el tocino?-), los hay que insultaron a Esperanza Aguirre (al grito de ¡Hija Puta!), hasta los más foribundos antimonárquicos…Todo esto lo hay, sí; pero también hay pensionistas sin adscripción política, jóvenes conscientes que no tienen futuro, se suman padres de familia que están hasta el gorro, movimientos católicos de parroquias, la JOC (Juventud Obrera Católica ), la JEC (Juventud Estudiante Católica) y ciudadanos anónimos que están hartos de indignación. Por estar allí, estoy yo mismo, aunque no pueda estarlo físicamente. La indignación no conoce fronteras aunque en su germen esten los huerfanos de la progresía vacua de Zapatero.
Seguro que alguien ha movido esto, seguramente con las intenciones más adversas; pero ¡Ojo! que nadie se llame luego a engaño, los movimientos sociales son fáciles de prender. Especialmente cuando, como ocurre ahora, hay suficientes motivos más que justificados, para la desilusión y la esperanza que es su caldo de cultivo, una vez encendidos, puestos en marcha, nadie puede prever dónde terminarán o en qué desembocarán.
Por todo ello, es el momento de la reflexión, no el de las adhesiones interesadas y partidistas (como las efectuadas hoy mismo por varios dirigentes socialistas apuntándole a la movida -¡por Dios que ironía del destino, si son parte del desastre!), de esa reflexión deben salir propuestas concretas o constituirse en un movimiento organizado que pueda poner en marcha su consecución.
No espero que Patxi López, Pajin, Tomás Gómez, u otros dirigentes digan ahora que están y comprenden a los jóvenes de la Puerta del Sol, lo que espero, por lo que lucho es porque el 23 de Mayo algún dirigente (alguno de los dos grandes partidos), salga en una rueda de prensa y se comprometa de forma solemne a que si los españoles le damos nuestra confianza en las próximas Elecciones Generales, cambiará los estatutos de su partido dejando que sus afiliados elijan las listas, adoptará el sistema de listas abiertas en futuras convocatorias eliminando la Ley d'Hondt , quitará la subvención económica a los partidos, separará los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo; eliminara la subvenciones a sindicatos y patronales; quitará éstas a los chicos del cine; eliminará los parlamentos regionales; se volverá a la caja única de la Seguridad Social, haciendo de la Sanidad, la Educación, el Medio Ambiente y el Agua competencias estatales.
Esa es la única adhesión que espero, me da igual si es Rajoy o Rubalcaba quien la hace, porque esto es lo único que eliminará mi indignación. Si por el contrario, no lo hacen, que siga y continué la indignación, porque nosotros, los ciudadanos indignados no levantaremos el campamento, deberemos organizarnos y presentarnos a las elecciones con ese programa de mínimos.