«A propósito de la manipulación»
Por maginar, imaginemos que somos un pez que vive en el agua, pónganse bajo las escamas de un besugo o un barbo, depende de que el hábitat preferencia sea el agua salada o dulce.
Si han conseguido ponerse bajos sus escamas y sentirse pez, haciendo a diario lo que estos hacen; nadar de un lado para otro en busca de alimento, huir de sus depredadores o acompañar a sus congéneres. Si de verdad se sienten ahora peces, intenten responder a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo último que creen que se le ocurriría pensar que existe en el universo a un pez como Ud.?
Si reparan en la pregunta seguro que dirían que un pez no conoce las estrellas, los automóviles, la tierra, etc. Si así lo hacen están equivocados, seguramente un pez que pasa todos los días en el agua tiene alguna experiencia de la existencia de esos elementos, aunque sea por azar o reflejos al otro lado de la superficie. Pero seguro que de lo que no tiene conciencia es de la existencia del agua en la que nada a todas horas, pues es incapaz de tomar conciencia que algo tan cercano, tan suyo pueda existir. Para él todo el universo es agua.
Al igual ocurre con nosotros los humanos, que no tenemos conciencia de la existencia del caldo y fluido donde vivimos y nos sentimos bien, tan ricamente.
Descubrir lo obvio
17 jul 2010
09:46
Placido Guardiola
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