El buenismo social 2 jun 2010 08:55 Placido Guardiola

«El incendio, descubre la Coca»

El buenismo social parte del principio de que «To el mundo es bueno», desde ese axioma no existe el mal, el que roba es por necesidad, el asesino un pobre marginado que vivió la más cruel de las infancias, el irresponsable fruto de una familia desestructurada... En definitiva, todo menos aceptar que en algunos sujetos anida el mal y que todos, sean cuales sean nuestras circunstancias somos dueños de nuestros destinos.
Con ese buenismo y bajo la óptica de lo «políticamente correcto» la mayoría de nosotros hemos aceptado el fenómeno de la inmigración. Dijimos alegremente aquello de: «alá papeles para todos». Lo dijeron nuestros dirigentes (los de uno y otro color), nadie se preocupó de exigir y comprobar que las personas que nos llegaban, venían al igual que muchos de nuestros mayores hicieron antes, a ganarse el pan dignamente allí donde habían más oportunidades. Seguramente la mayoría de los que nos han venido vinieron a eso, a trabajar, pero que duda cabe que cuando no hay control, unos pocos, también vinieron a otras cosas.
De que vale ahora sorprenderse, cuando un incendio fortuito pone al descubierto que en aquel piso, lo que había no eran unos honrados inmigrantes residiendo, sino un laboratorio clandestino de Cocaina que la preparaba para su venta.
Los inmigrantes no son distintos, entre ellos como entre nosotros mismos, los hay delincuentes. De ahí que deba haber control, leyes, policía y ejército. Porque todos no somos iguales, tampoco justos y bondadosos. Se que los controles no lo eliminan totalmente ésta posibilidad; pero que duda cabe que la disminuyen notablemente.