LOS PECADORES 12 nov 2009 20:18 llanerosolitario

De herejes a tratado a todos y cada uno de los Diputados, miembros del Congreso, que apoyen con su voto la nueva Ley del Aborto, Monseñor Camino, vocero de la Conferencia Episcopal española. De herejía pecadora, el sano y libre ejercicio, de la votación en el Parlamento Nacional, en el templo oratorio, que representa la expresión popular de aquellos que se sienten, más o menos patriotas y más o menos cristianos. Un nuevo arrebato matutino de los Obispos, que no ven más allá de la punta de la nariz, no ven que poco a poco están perdiendo terreno y espacio en la sociedad. Vendedores y predicadores en los pulpitos de las iglesias, de un pensamiento dogmático, que nada tiene que ver con lo que la sociedad demanda del credo. Cada vez más alejados de la realidad social que vive la calle, donde se pretende influir en el pensamiento ajeno, a traves de notas pastorales, que no trascienden mucho más allá de los muros y arrabales de los templos religiosos. Comida basura para beatas, abuelas octogenarias y gente de conciencia intranquila, que cada dia necesita redimir el alma antes de echarse a dormir. No quiero pensar que sus señorías, Diputadas y Diputados, vayan a votar bajo la amenaza de Rouco y su gente. Pensando más en la salvación de su alma, que en el mandato de sus electores. A fin de cuentas, el mandato de los electores, es cosa de cuatro días, o años, que más da. El de los curas puede ser eterno y, con derecho a billete de vuelta. Lo que tienen que hacer los Obispos, es presentarsen a las próximas elecciones generales y tener presencia en el parlamento, pueden hacerlo sin inconveniente legal alguno. Claro que para ello necesitarían ser votados por su feligresía, que ya tiene donde elegir y, una confrontación electoral Mariano-Rouco, como que no la veo. A estos salvadores de almas del tercer milenio se le ha ido la pinza, les hace aguas la olla. Una mañana se levantan y ala, todos pecadores. Esta tropa ve pecadores por todos lados, a diestro y a siniestro. Yo pediría un poco más de precisión. La definición de la palabra pecado que ofrece el diccionario deja libre a mucha gente. Hecho, dicho, deseo, pensamiento u omisión contra la ley de Dios y sus preceptos, entre otras acepciones. Digo yo que quedaremos amnistiados, quienes no tengamos muy claro que haya un Ser Supremo que se peine con la raya en medio. También digo que habrá pecados capitales, provinciales, de pueblo y de la pradera, que como decía Chiquito de la Calzada, es de los que más abundan. Lo religioso, que no hay que confundir con lo pío, es una dimensión capital del ser humano. Seguirá siéndolo mientras el mundo sea ininteligible y parece que eso va para rato. Lo que acaso ocurra es que se ha producido un distanciamiento de los intermediarios. Existe una desconexión evidente entre estos señores ataviadísimos y la gente normal. Los designios divinos son inescrutables no sólo para nosotros, los pobres pecadores, sino para los Obispos, que como se sabe no han pecado nunca.