Como el Candi anda todo el verano aquí en la huerta, no está al corriente de la actulidad, de las cosas que ocurren ni se entera, se piensa que en el mundo no pasa nada, y vive el tío más feliz que unas castañuelas, me pregunta porqué unos pájaros vuelan en bandadas, otros pasan solos, y algunos, lo hacen en pareja.
Son como las personas Candi, le comento, unos buscan la soledad, otros el acompañamiento, y muchos encuentran en la multitud, el lugar donde expresar sus sentimientos, los pájaros y todos los animales en general, nos manifestamos por impulsos emocionales, que nos salen en la vida al encuentro, deberías de entender Candi, que soy tan animal como tú, y que tengo cosas en mi actitud, que ni yo mismo las entiendo.
Así que déjate los pájaros y de si vuelan solos o revueltos, y vamos a lo nuestro, que se está poniendo el sol, y cuando oscurezca, aparte de despistarte, volara el mochuelo, me preguntaras porque vuela el pájaro en la noche, y entonces a ver como te lo cuento.
Cuando más y mejor se lo pasa el Candi son los fines de semana, se pone más contento que niño chico que llevaran a la playa, comenzamos la tarea a primera hora del día, antes de que apriente el sol, que es cuando cantan las ranas, nos subimos para el monte del cabezo, hacia el gran embalse del agua, que parece un mar pequeñito al que le faltase la playa, y en la orilla un chiringuito, donde tomar una cerveza fresca en la fria jarra.
Nos subimos por el camino de la rambla, junto a la viña de Paco el Nanejo, que hace tiempo que ya no labran, te acuerdas el pasado año Candi, que hasta se dejaron la uva en la cepa sin cortarla, que lastima da verla, con lo que el tío Paco la cuidaba, que más que cuidarla, la mimaba, serán cosas de la crisis Candi, que por si no lo sabes, ahora con la crisis todo el mundo se tapa, o sera más bien, que la uva apenas vale nada, y tienes que pedir casi por favor, que en las bodegas quieran tomarla, aunque sea para tarde y mal cobrarla.
Por los olivos del tío Pablo nos cruzamos, por debajo de la balsa, en su aljibe nos paramos y bebemos agua, es tan chiquitito, que más que aljibe parece una cantara, tiene una casita blanca que mira para Santa Ana, debajo de un centenario olivo que da una sombra que no hay dinero para comprarla, desde allí se contempla todo el valle, desde la Pinosa a la Estacada, con el castillo de centinela, con el pueblo, que a sus pies parece una falda, de esas de cola y con volantes, que para la feria de Abril, lucen las mozas sevillanas.
Un día de éstos te llevaré a Sevilla Candi, a oir cante flamenco y escuchar las palmas, a ver bailar sevillanas a las mujeres más guapas de España, ahora nos volvemos a casa Candi, la marcha que hoy acaba la continuaremos mañana, que antes de que salga el sol, aquí me tendrás, dandote la tabarra.
El Candi II
11 ago 2009
00:00
llanerosolitario
3 comentarios :
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A PORPÓSITO DEL CANDI
ResponderEliminarConozco un poco la historia de un ilustre baracelonés apellidado Carreras Candi, fue un gran historiador, geógrafo, y su estudio de la ciudad de Barcelona es el más completo que se conoce, y el primero que nos relata la formación urbana de la capital catalana, es uno de los volúmenes con mayor reconocimiento de la Geografía General catalana.
Barcelona le puso el nombre de este barcelonés a una de sus calles, y hasta le erigió un busto en el Parque de la Ciudadela, donde actualmente se ubica el Parlamento catalán.
Me pregunto, si el tal Candi que aparece en este simpático blog, no tendrá algún vínculo cosanguineo con este ilustre barcelonés, por lo del apellido,claro, y tengo esta curiosidad por que en Jumilla hay apellidos, como el de Guardiola, que documentalmente está probado que están entroncados directamente con la Casa Condal de Barcelona, y ya saben ustedes, queridos lectores rendrijeros, que para ser rey de España, primero hay que ser Conde de Barcelona, exceptuando nuestro monarca ya que su padre, el Conde de Barcelona, Juan de Borbón, renunció a tal derecho en favor de don Juan Carlos.
Fmdº. Josep Tomás i Galea
El Candi no es originario de Cataluña y nada, desde luego, tiene que ver con la ciudad Condal, ni mucho menos con los Condes que fueron o dejaron de serlo. El Candi, para mi, es mucho más que eso. Es un viejo perro sin raza ni pedigri que se precie, al que le siento un gran afecto y cariño, como animal de compañia, que muchisimas veces, es más grata que la de muchas personas.Hoy, ateniendome a los sabios consejos del veterinario, vivo con el Candi,quizas el ultimo verano, y no he querido dejar de pasar la oprtunidad que me ofrece este blog, de escribir algo sobre él.Se lo merece por los años, casi veinte, que lo tengo a mi lado.Hemos vivido grandes aventuras, se ha perdido muchas veces, tantas como lo encontre, hoy no puede orientarse y hay que darle la comida casi por mano,pero todavia merece la pena cada día hacerle una visita y pasear con el.Algunas vivencias y aventuras tengo todavía por publicar y ya le ireis conociendo mejor.
ResponderEliminarHONORABLE CANDI
ResponderEliminarAh!, espero Sr. Llanero Solitario, que sabrá ud disculpar mi ignoracia en cuanto al protagonista que ha motivado mi correo, y su respuesta la comprendo totalmente y me identifico con ella, pues también soy propietario de una perrita, la llamamos Boni, de raza cóker hispaniel, un poco platanera, ya sabe, no es pura, y tiene muy mala leche para con los que no conoce a los que con sus ladridos los mantiene a raya.
Me la regaló, hace diez años, mi hijo para reyes. Es el mejor regalo de mi vida, siempre me espera y saluda cuando llego a casa,no falla nunca; de hecho es la perrita guardiana en la Guardia Templaria de Jumilla, ya sabe.
Forma parte de mi familia, si no fuera así, no la habríamos aceptado, y la saco a pasear cada día, bueno, nos "sacamos", la llevo por las fuestes del Bohigas, en Montjüic, al pie del Museu Nacional de Catalunya, y al norte el Tibidabo es como un centinela de Barcelona impertérrito en la cima del parque de Collserola,el que nos contempla. Es un parque frondoso como Santa Ana, pero más grande, es que vivo en Barcelona,sabe ud, aunque paso largas temporadas en Jumilla.
Es bueno, muy bueno, dedicarle la atención a un viejo amigo, Candi, además, tiene la fidelidad del perro, nunca abandona a su amo.
Fíjese ud, que los Caballeros Templarios, - una historia que me apasiona -, le hablo de la Edad Media, allá por el siglo XII, los adoptaron como alertas y vigías para sus campamentos, castillos y casas conventuales, nada menos que en Tierra Santa, donde aún hoy en día, están proscritos como trasnmisores de la rabia.Los musulmanes no tragan con estos animales.
Hay numerosos sarcófagos de estos milites Christi (Londres, Burgos, etc)en el que la losa que cierra el lecho mortuorio del guerreo, ésta tiene esculpida la figura del caballero templario fallecido, perfectamente pertrechado con sus vestidos y utensilios bélicos, y a sus pies hay tallado un perro.
Sabe, la mía se posa a mis pies, y en invierno se acurruca para darme y obtener calor. Ah!, es una delicia, pero va perdiendo la vista, son diez años, como le dije anteriormente, se da algunos trastazos donde antes brincaba sin problemas.
Yo también le dedico mi tiempo, la cuido, la mimo, y también la regaño, pero nunca le he pegado. Llevo mis bolsitas para recoger los excrementos y su carnet de indentidad, por si acaso.
Pienso que el día que me falte, con ella se irá una parte de mí.
Bueno Sr. Llanero Solitario, de mi parte, si le parece bien, a modo de salutación, desde la distancia, dele un regalito al honorable Candi.
Firmado: Josep Tomás i Galea