«El cáncer nacionalista»
Más tarde en el XIX, surgen los movimientos nacionalistas como expresión romántica de la reivindicación de una identidad usurpada o no expresada en libertad (seguramente la única razón legitima del sentimiento nacionalista). Hoy con la globalización planetaria, con una economía internacionalizada, con la homogeneización cultural parecen florecer con más fuerza que nunca, cuando menos razón de ser tienen.
España además aporta algunas singularidades, una, la apuntada de nuestra tradición histórica; la otra, nuestra transición y el modelo electoral que nos dimos en ella.
Pensó nuestro primer presidente a. A. Suárez que con el convenio vasco, el sistema foral navarro y la vertebración autonómica se encauzarían las aspiraciones nacionalistas. Mas tarde F. González, con igual generosidad llego a un modelo de financiación con una participación de lo tributado a nivel nacional del 15%; pero durante su mayoría absoluta, se olvido de corregir el sistema electoral que según las coyunturas pone el gobierno nacional a merced de minorías nacionalistas, tal y como el mismo sufrió en sus últimos mandatos. Luego Jóse M. Aznar, en su primer mandato tuvo que hablar catalán en la intimidad mientras sus pupilos se tragaban lo de “Pujol, enano, habla castellano”. Sirvió a Pujol, en bandeja de plata, la cabeza de su evangelista catalan el Sr.Vidal Cuadras, terminando por subir del 15% al 35% la parte del pastel tributario gestionado por las autonomías. Se volvió a equivocar y los nacionalistas siguieron exigiendo más. Tampoco él, en su mayoría absoluta en el segundo mandato, se acordó de cambiar el sistema electoral que permite el chantaje electoral.
Ahora J.L. Rodríguez, ha subido al 50% la parte del pastel, no tiene mayoría absoluta claro está; pero han oído Uds. a algún político de cualquier signo, pedir acaso poner freno a este dislate y cáncer nacionalista
"He visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea."
ResponderEliminarStefan Zweig
"El mundo de ayer. Memorias de un europeo"
Ed. El Acantilado, Barcelona 2001
Cuando la gente quiera darse cuenta de este dislate sera demasido tarde, el país estara en la ruina con unas comunidades cada vez mas endeudadas y un estado central sin poder y sin recursos.
ResponderEliminarLas nacionaluistas nunca dejaran de pedir mas, ya que su unica razon de ser es el victimismo. Asi pues, o les concedemos la independencia y adios muy buenas a la primera nacion-estado de la era moderna, o ellos se pasan de revoluciones en el adoctrinamiento (para el cual cada vez tienen mas dinero y facilidades) de sus cachorros haciendola efectiva de facto. O finalmente, acabamos todos convertidos en sufragadores de una de las comunidades autonomas mas ricas y prosperas de este país, lo cual cunto menos es injusto.