«Una calina sofocante»
En estos días de verano anticipado continúa el país desangrándose, por doquier se dicen y oyen mil majaderías insignificantes, mientras sobre los campos de jumilla se cierne una calina sofocante. De las almas se apodera una modorra asfixiante.Brotes verdes, trajes, aviones, anónimos, robos, parados, acontecimientos históricos y planetarios. Mientras, en las calles de Jumilla, una calina sofocante nos invade con un sopor paralizante.
Los brotes de Salgado, el ser vivo de Aido, las cuarentenas de Chacon, los sueldos de Pajin, el bautizo de Cerolo, las estadísticas de Corbacho, la subvención de Chaves, la alianza de Zapatero, todo, en estos días de calina sofocante, que aletargando los cuerpos y asfixian las mentes.
Estoy contigo, llevamos una temporada con una atmosfera cargante y no me refiero a la climatológica
ResponderEliminarNo será por el estupor de la calima, pues este pueblo hace mucho que está asfisiado, adormecido, con el cerebro entumecido y de un pasotismo del que no parece despertar. Hace mucho tiempo que mira para otro lado Plácido, no es cosa de este final primaveral
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