Nuestras grandezas, nuestras miserias 28 jun 2009 10:26 Placido Guardiola

«La metamorfosis de nuestro sistema político»

La transición española admiró a propios y extraños, tanto que años después, fue ejemplo y modelo a seguir por otros países en su paso de dictaduras a regímenes democráticos. Su constitución y la improvisada vertebración autonómica han dado, al parecer de la mayoría de analistas, uno sino el mayor de los periodos de estabilidad política a nuestro país.
Algo más de treinta años después, son bastantes las voces que comienzan a señalar los problemas y facturas de aquel cambio que pareció perfecto y sin grandes pegas. Es verdad que en el recorrido hemos cambiado, para mal, algunas cosas (por ejemplo la politización de los órganos judiciales), pero a grandes rasgos la estructura del sistema de la Constitución del 78 no se ha tocado. El caso es que desde hace poco, comenzamos a percatarnos de que este andamiaje, que ha tenido muchas virtudes, está viciado de tal forma que puede convertirse en nuestro mayor lastre para el futuro.
En una prosperidad constante (aunque con algún altibajo económico), los españoles hemos triplicado el gasto y personal de nuestras administraciones (de 900.000 funcionarios en 1976 a más de los tres millones actuales), hemos descentralizado el gobierno hasta hacer añicos la llamada unidad de mercado, amen del sistema educativo y sanitario. El principio de igualdad entre todos los ciudadanos, consagrado en la Constitución, es una mera entelequia, dependiendo de que Ud viva en Madrid, Barcelona Bilbao, Sevilla o Murcia tendrá unas coberturas sanitarias distintas, unos impuestos diferentes, sus hijos tendrán una distribución curricular dispar, si es funcionario de la policía o la sanidad cobrará distinto o si tiene la iniciativa de montar una empresa los requisitos, ayudas, gravámenes y papeleo necesario para ello también serán diferentes.
Hemos pasado en definitiva, de pensar en Nosotros como futuro de un pueblo (el español) a qué hay de lo mío (el nuestro particular el murciano, catalán o andaluz).
Muchos expertos indican que de la actual crisis sólo se saldrá con la transformación del sistema económico y político, todas las grandes crisis han operado una metamorfosis en sus sistemas transformándolos en otros nuevos, más capaces y potentes. Si esto es verdad para el conjunto de países, seguramente lo es con mayor razón para el nuestro. Acaso un país de las dimensiones de un Estado de EE.UU (California); pero con menor PIB y renta per cápita puede sostenerse siendo competitivo en el conjunto de una economía globalizada con 17 veces más aparato de estado, administración, donde tan siquiera se mantiene la unidad de mercado interna. Eso sin hablar del derecho de tratar a todos sus ciudadanos por igual y velar por el interés general del estado.