Me siento muy honrado por poder leer a los autores del Rendrijero y, cómo no, por poder colaborar en el blog; yo, que no soy más que un pobre bausán de las almenas del castillo, un espantajo maltratado por los vientos generados por los molinos de Los Gavilanes o de la Sierra del Buey, movido al azar y sin gracia como los perros del tío Chulán. Porque los perros del tío Chulán eran unos perros bausanes, rellenos de paja sus cuerpos de cartón. Somos también un poco bausanes los jumillanos , moviéndonos al capricho de aquel soplo o de este. No me tomen el apelativo como un insulto; un buen bausán hace su labor, estorba, asusta (aunque de lejos), aguanta... A ver si con un poco de esfuerzo nos podemos mantener firmes como soldados de verdad, no como marionetas, o como mojamas colgadas al viento seco y frío de la meseta, según la definición de Martín Santos. Habrá valido la pena. Palabra de Bausán. Hasta la próxima.
1 comentario :
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Bienvenido a esta Rendrija de libertad, por lo que deduzco de tu presentación, tu pluma parece prometer. Seguire en el futuro tus artículos Bausán, no me defraudes.
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