-->

TRÁFICO 24 ene 2009 23:11 JUMILLA-BLOG

Hay una experiencia europea, subvencionada además, que consiste en eliminar las señales de circulación de la ciudad. O por lo menos, de algunas zonas. Se pierden los pasos de cebra (sólo aquellos junto al Hogar del Pensionista), los semáforos, y todas las señales que estamos acostumbrados a ver para regular la circulación. Es como trasladarse a la era preindustrial, cuando no existían coches. Porque, si nos damos cuenta, la decoración urbana que ha traído consigo la aparición del coche es agobiante.

Pero volviendo a la experiencia europea: naturalmente, los coches van más lentos, entre 25-30 km/h, pero los peatones también se preocupan de estar pendientes de la circulación.

El slogan es algo así como: “Quitamos los semáforos por tu seguridad”. La calle mayor de Haren, un pueblo de 16.000 hab., al norte de Holanda, es ya una calle desnuda, sin señalizaciones, ni bordillos, con carril bici,… Sólo los colores del pavimento diferencian los espacios, con una clara primacía hacia el de los peatones. Se busca hacer una ciudad amable con las personas, al tiempo que les conciencia para compartir espacios y ser educados. Calles mas peatonales, no se ven como un inconveniente para los comerciantes de la zona, sino como una oportunidad para que los viandantes paseen y se paren en los escaparates y tiendas.

En Jumilla se lleva otra idea. Por decir algo. En las calles se ponen obstáculos para que la gente vaya atenta y espabile, si no quiere caerse. A los conductores se les colocan resaltos en pasos de peatones. Nada de despistarse que te cargas el cárter del coche. Y cada seis meses revisión porque seguro que ya has roto algún sinenbloc, o te zurren los amortiguadores. Es otro estilo, más centrado en la pericia, la picardía, la picaresca. ¡Que le vamos a hacer!, aquí se escribió el Lazarillo de Tormes

Memos mal que se va corrigiendo con las calles de un solo sentido, porque por algunas de las calles de Jumilla, había que ir localizando los huecos de los vados para hacerte a un lado y poder cruzarte con el coche que viene de frente, porque sólo queda un carril libre. El otro carril lo inutilizan los coches aparcados en ambos lados, o dos paisanos hablando desde sus coches. En Jumilla, el conductor debe estar tremendamente atento. El peatón más: debe ejercitar la mirada del camaleón, mirando en todas direcciones: arriba, abajo, izquierda y derecha. Si va por la acera, que mire hacia el suelo porque se encontrará de todo menos algo llano y sin obstáculos por donde caminar. Si decide cruzar la calle, los resaltos le obligan a medir bien dónde poner el pié para no ir al suelo. Si no hay paso de cebra, ¡ojo!: alguna moto o coche puede pasar por encima (o por debajo) de ti.

A todo esto, ¿sabe alguien decirme por qué ha de sufrir una mayoría, las medidas que se toman por el comportamiento de unos pocos? Seguramente, controlar a los 100 paisanos que incumplen una norma sería más acertado, que fastidiar a 15.000.

Todo esto viene a cuento de si queremos elegir, o no, una ordenación del tráfico (coches y personas) amable con las personas, agradable para los vecinos, incómodo para el que no le importe el respeto a los demás, para los que les falta la mínima conciencia cívica.

5 comentarios :

  1. En Jumilla falta mucha concienciación de eduación vial y para verlo sólo hay que darse una vuelta por la ciudad. Coches en doble fila interminables minutos incluso con sitio para aparcar en la misma calle, coches en las esquinas mal aparcados, ningún respeto a las señales de aparcamiento no permitido, etc... Un ejemplo claro es en el colegio Miguel Hernandez a la hora de salida del mismo. Porque no se puede meter el coche dentro del colegio sino también lo metían. Es patético. Nos falta mucha educación para la ciudadanía.

    Iré comentando en este espacio del blog las faltas de tráfico que se cometen...

    ResponderEliminar
  2. Esa experiencia holandesa sería impracticable en Jumilla, Murcia y España. No creo que haya ningún ejemplo en España de esa experiencia. Hay que tener en cuenta que parque movil de vehiculos existen y que tipo de vida lleva ese pueblo. Te diría que es interesante si se aplicase en una ciudad similar a Jumilla con el parque movil similar. Las leyes y planes generales de los municipios no creo que vayan por ese lado, pero es una experiencia interesante. Pero en Jumilla y otras ciudades con esa eduación vial que existe es bastante improbable.

    ResponderEliminar
  3. Estoy con JumillaArt aquí estamos a años luz de considerar calidad de vida ir andando por las calles y encontrarnos y saludar a nuestros paisanos, aquí calidad de vida es ir en coche como los señoritos a todas partes.
    Pero bueno, no está mal que se proponga a ver si abrimos los ojos

    ResponderEliminar
  4. Creo que la cacareada "crisis" nos va hacer cambiar el modelo de vida llevado hasta ahora. Y entre otras cosas el hecho de coger el coche para ir a la tienda de la esquina. Asi que ojala y aquello de que no hay mal que por bien no venga sea por una vez cierto. No he estado en Holanda, pero si en Alemania, y me dio una sana envidia ver como en el país más industrializado de Europa, en las calles de Colonia, se veian más bicicletas que coches.En los aparcamientos de las fabricas y empresas, por cada coche, habian cientos de éstas.Apenas circulan coches particulares, por el centro de la ciudad, zona de la catedral.La gente, simplemente, camina y monta en bicicleta.Sana envidia de verdad.

    ResponderEliminar
  5. Es muy importante que los ciudadanos tomemos parte de esta penosa situación, pues ya sólo no respetamos las reglas de trafico, cuestión que hace referencia a comportarse cívicamente, sino que contaminamos al medio ambiente y no valoramos la preciosa Ciudad que tenemos.
    Debemos que recordar que nuestro cuerpo es de nuestro gobierno, pero no de nuestra propiedad. Su propiedad es de la naturaleza, la cual debemos cuidarla tanto como a nuestro cuerpo.

    ResponderEliminar

¡Bienvenido al RENDRIJERO!

¡Gracias por tus comentarios!
Se respetuoso y opina libremente. Tu comentario será revisado y publicado en unas horas.

Ponerse en contacto con el Rendrijero