SÍ SE PUEDE 27 may 2014 18:24 JUMILLA-BLOG

«Sí se pueden cambiar las cosas»

Sí se puede gobernar de otra manera. Sí se pueden cambiar las reglas del juego, con las actuales reglas. Pero hay que participar, hay que votar. Más de un millón de personas votaron a un partido nuevo que, seguramente, no habrían ido a votar. Con esos votos, se puede empezar a remover las conciencias, a convencer a muchos, a movilizar desencantos.
Aunque yo no les votara, no dejaré de reconocer que su iniciativa va a influir positivamente en todos. Porque considero que el político debe notar el resuello del adversario cercano, amenazante, que lo mantenga permanentemente alerta. Cuando el político no nota peligro para sus sillones, se relaja, se duerme en los laureles. A veces, no por comodidad o interés personal, simplemente porque no recibe respuesta de la ciudadanía y, entiende, que va en la buena dirección. Evidentemente descarto los políticos que, recibiendo miles de “mensajes” de los ciudadanos hacen oídos sordos y se amarran al puesto, si cabe, más fuerte todavía.
 Intuyo que ha habido alrededor de un millón de personas que se incorporan a las reglas del juego. Los demócratas, todos, debemos alegrarnos y no defraudarles. El responder a sus expectativas, no solo es responsabilidad del nuevo partido, es responsabilidad de todos los partidos democráticos demostrar a esos votantes que el sistema funciona, que puede servir para reformar incluso el propio sistema.
Los demócratas tenemos que alegrarnos de que se incorporen nuevos miembros al club, a la política, al interés por los asuntos públicos. Porque nunca han faltado interesados en que todo se vaya al garete, en desprestigiar la política, en ahuyentar a las personas de buena fe para que se les dejara a aquellos el campo libre, sin competencia para administrar las vidas y haciendas de todos los demás. No han faltado los que alimentan el "orgullo" de ser "apolítico". Siempre han deseado que hubiera muchos apolíticos. Mi enhorabuena a todo ese millón de personas que "ha dejado de ser apolíticos" para participar en el diseño del su destino común (no hay otro).
Decía Antonio Machado: "haced política, porque si no la hacéis, alguien la hará por vosotros y, probablemente, en contra de vosotros". Eso es lo que les ha pasado a muchos paisanos, que creyeron que no había que ocuparse de los asuntos públicos, que ya se ocuparían otros. A la vista está que estaban equivocados, que no se puede dejar la política en manos de unos pocos, que es cosa de todos, que los representantes deben sentir el resuello de los ciudadanos en el mismo cogote. De lo contrario, la política la hacen contra nosotros.